viernes, 28 de marzo de 2008

La reinvindicación del tacho

Aunque muchos argüirían que lo mío no es la falta de autoestima, debo admitir que jamás logré acumular ni el coraje ni el amor propio suficientes para enseñarle a nadie nada de lo que alguna vez escribí. Desde poesía hasta crítica política, mis apuntes han ido pasando de un cuaderno viejo al tacho de basura o al fondo de un minúsculo cajón en las profundidades de mi armario. Hoy, después de un buen tiempo de hueveo bloggístico, he llegado a la sabia conclusión de que hay gente que, definitivamente, escribe más cojudeces que yo. Así que basta de acomplejamientos, ¿si mi abuela tiene un blog, porqué no yo? Eso sí, no esperen nada demasiado profundo o elucubrado, este espacio es simple y llanamente un tacho más bonito en donde depositar mi estupidez: un puré con mango que espero les guste.

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